PARA SU DIFUSIÓN INMEDIATA
20 de noviembre de 2012
Nueve importantes organizaciones canadienses ambientales y de justicia social han escrito una carta al presidente mexicano, Felipe Calderón, urgiendo a respetar las demandas del pueblo wixárika para proteger la región sagrada de Wirikuta de la minería canadiense.
Amenazada por compañías mineras canadienses importantes, Revolution Resources y First Majestic Silver Corp, el área es de inmenso valor cultural y espiritual para la comunidad indígena. Para el pueblo wixárika es el sitio sagrado donde nace el sol.
El Consejo de Canadienses, la Asamblea de las Naciones Originarias (AFN); la Unión de Empleados Públicos Canadienses (CUPE); Fronteras Comunes; Mining Watch Canada; el Sierra Club de Canadá; la Unión de Jefes Indígenas de British Columbia; KAIROS; y Alternatives, un movimiento de justicia social de Quebec, representando a miles de canadienses están afirmando que la respuesta del gobierno mexicano hasta ahora a la oposición frente a la minería ha sido insuficiente.
“A pesar de que su gobierno recientemente buscó conservar parte de Wirikuta con una “Reserva Nacional Minera”, el Estado ha otorgado 79 concesiones mineras que representan 70% del territorio sagrado de Wirikuta y dejan 98,000 hectáreas sin protección” argumentan las organizaciones.
“La región ya ha sido devastada por la sequía y no puede soportar los impactos negativos de operaciones mineras masivas de oro y plata que amenazan con envenenar y secar las fuentes de agua locales” dice Maude Barlow, presidenta del Consejo de Canadienses quien ha impulsado esta campaña tras la visita a San Luis Potosí y de escuchar al Frente en Defensa de Wirikuta.
Los grupos canadienses apoyan las demandas wixárika de nombrar a toda Wirikuta Región de la Biósfera que prohíba la exploración y explotación minera en cualquier forma para proteger el derecho del pueblo wixárika de mantener sus tradiciones y cultura, así como el derecho al sustento de la población local. Los grupos están urgiendo al Presidente Calderón a hacer este decreto antes de acabar su periodo el 30 de noviembre.
En las últimas semanas, se ha desatado una campaña de desinformación en la región por las compañías mineras y políticos locales contra este posible decreto argumentando falsamente que prohibiría toda actividad de subsistencia. Esta campaña está incitando a la violencia contra el pueblo wixárika y personas que están en desacuerdo con los proyectos mineros. En este ambiente delicado es indispensable que el gobierno federal acuda a la zona para dar información correcta de los beneficios del decreto.
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