Common Frontiers – MiningWatch Canada – Council of Canadians – United Steelworkers
Ottawa – On June 19, 2013, the Constitutional Chamber (Sala IV) of Costa Rica’s Supreme Court unanimously rejected Infinito’s appeal of the November, 2011 decision of the Court’s Civil and Administrative Law Chamber (Sala I) annulling the concession for the company’s proposed Crucitas open-pit gold mine.
This marks the third and final time that a Chamber of Costa Rica’s Supreme Court has shut down Infinito Gold’s efforts to develop the controversial Crucitas site near the San Juan River, which forms the country’s northern border with Nicaragua. According to MiningWatch Canada spokesperson Jamie Kneen, “This is a victory for the people of Costa Rica over a Canadian mining bully that has sought to bend the country to its will, and silence opposition to its mine – this court decision will also help to preserve Costa Rica’s reputation as an ecologically-minded and democratic country.”
Infinito Gold’s multiple lawsuits should be more than enough to qualify the Canadian company as a vexatious litigant. Not only has Infinito attempted to intimidate the Costa Rican government, but it has also sought to silence opposition voices by initiating five lower court actions against two university professors, a lawyer for an environmental group, and two Congressional Deputies. It has lost the first three court cases, but intends to appeal. Comments Kneen, “Infinito has been a vexatious litigant in Costa Rica for years and should now pack up and leave – but not before it pays all court costs and for the environmental damage it has already caused.”
For years, Infinito has confronted street protest, backed by periodic opinion polls showing that 77% of the population oppose the development of the Crucitas mine. Costa Ricans are now celebrating this most recent Supreme Court decision and hoping that the much-reviled Canadian firm will take the hint and leave. As Stuart Trew of the Council of Canadians says, “Unfortunately a gracious exit would appear to be the last thing on the company’s mind.”
Infinito Gold produces no gold and is operating in the red. In its most recent financial statement, management admits that, “there is considerable doubt regarding the Company’s ability to operate as a going concern.” In fact, Infinito Gold is being kept afloat by its major shareholder, Ron Mannix, who, as the Statement goes on to point out, could exercise his rights for payment (but hasn’t) with regard to roughly $25 million owing him, given that the Company is currently in violation of default provisions included in the loans in question.
There is also the outstanding matter of an alleged 2008 donation of $200,000 to then-President Oscar Arias’ Peace Foundation, reportedly arranged by Infinito’s largest shareholder shortly before Arias issued an Executive Decree declaring that proceeding with Crucitas was in “the National Interest”, bypassing legislation prohibiting open-pit mining. The Costa Rican Attorney General has being trying to get to the bottom of this allegation and late last year requested information from the Canadian government.
Trew says, “Canada’s Department of Justice should come clean regarding the content of the documents it recently sent to Costa Rican authorities with respect to the alleged $200,000 ‘donation’.”
Ottawa has thus far refused to confirm or deny whether such a document existed, even after Costa Rica had acknowledged receiving it in February of this year. Former Common Frontiers coordinator Rick Arnold says, “Under Access to Information rules, the Canadian government has refused to release any of the relevant documents. This matter of possible influence peddling – at the highest levels – is of utmost importance to both countries and should be immediately shared with the public.”
Although, this ruling is a victory for Costa Ricans the legal nightmare may continue if Infinito makes good on its threat to take the case to international arbitration seeking $1.092 billion in compensation for its claimed investment and the loss of future profits.
We call on Infinito Gold to immediately cease and desist in its long running role as a ‘vexatious litigant’ in Costa Rica and announce that it will:
- drop the threat to sue Costa Rica for $1.092 billion for alleged breach of the Costa Rica-Canada Bilateral Investment Treaty;
- put an end to all lawsuits still in process against Costa Rican citizens;
- pay all outstanding court costs and the damages assessed following the illegal clear-cutting of the Crucitas site;
- leave Costa Rica.
Fronteras Comunes – MiningWatch Canadá – Consejo de Canadienses – United Steelworkers
Infinito Gold de Calgary fracasa en su intento de presionar al poder judicial de Costa Rica después de que la Suprema Corte rechazara su apelación final
(Ottawa, el 4 de julio 2013) El 19 de junio de 2013, la Cámara Constitucional (Sala iv) de la Suprema Corte de Costa Rica rechazó unánimemente la apelación que interpuso Infinito una vez conocido el fallo emitido por la Cámara de Derecho Civil y Administrativo (Sala i) en noviembre de 2011, el cual revocó la concesión correspondiente a la mina de oro a cielo abierto que la empresa se había propuesto explotar en Crucitas.
Esta decisión correspondió a la tercera y última vez que una Cámara de la Suprema Corte de Costa Rica detuvo los intentos de Infinito Gold de desarrollar la controvertida mina en Crucitas, cerca del Río San Juan, en el límite fronterizo norteño con Nicaragua. Según Jamie Kneen, vocero de MiningWatch Canadá, “Esta es una victoria del pueblo de Costa Rica frente a una minera canadiense agresora que pretendió doblegar al país a su voluntad y silenciar a los opositores a la mina; esta decisión judicial también ayudará a mantener la reputación de Costa Rica como país democrático que se preocupa por el medio ambiente.”
Las diversas demandas interpuestas por Infinito Gold son suficientes para catalogar a esta empresa canadiense de litigante abusivo. Infinito no solo pretendió intimidar al gobierno de Costa Rica sino también silenciar las voces opositoras a través de cinco demandas iniciadas en tribunales de instancia, las cuales se dirigieron contra dos profesores universitarios, contra el abogado de un grupo ambientalista y contra dos diputados del Congreso. A pesar de haber perdido las primeras tres demandas, la intención de Infinito Gold es apelar los fallos. “Durante años, Infinito ha sido un litigante abusivo en Costa Rica y ahora deberá empacar e irse —pero no antes de pagar todos los gastos que provocaron sus litigios y los daños ambientales que ya causó,” comentó Kneen.
Durante muchos años, Infinito ha enfrentado protestas callejeras respaldadas por periódicas encuestas de opinión, las cuales evidencian que 77% de la población se opone al desarrollo de la mina en Crucitas. Los costarricenses no sólo están celebrando esta reciente decisión de la Suprema Corte; también esperan que la odiada empresa canadiense capte la indirecta y se vaya. Stuart Trew, del Consejo de Canadienses, comentó: “Desgraciadamente, una retirada cordial no parece figurar en los planes de la empresa.”
Infinito Gold no ha producido oro y sus operaciones generan déficit. A partir de su estado financiero más reciente, la gerencia confiesa que “existe una duda considerable respecto a que la empresa pueda operar en forma sostenida.” En los hechos, Infinito Gold se mantiene a flote por decisión de su accionista principal, Ron Mannix, quien, como revela el estado financiero, podría exigir su derecho a cobrar los aproximadamente CND$ 25 millones en préstamos que ha realizado a la empresa y que ésta aún le debe, debido a que actualmente infringe las disposiciones relativas al cumplimiento con dichos préstamos.
Asimismo, existe el asunto todavía pendiente en relación a un presunto donativo de CDN$200 mil que fue entregado a la Fundación para la Paz del entonces presidente Oscar Arias. Dicho donativo fue gestionado, supuestamente, por el accionista principal de Infinito, poco antes de que Arias declarara mediante decreto ejecutivo que el desarrollo de la mina en Crucitas era “de interés nacional.” evitando así las leyes que prohíben la explotación de minas a cielo abierto. El procurador general de Costa Rica investigó estos alegatos y a finales del año pasado pidió información al gobierno canadiense.
Trew comenta, “El Departamento de Justicia de Canadá debería informar con transparencia sobre el contenido de los documentos enviados hace poco a las autoridades costarricenses con respecto a la supuesta ‘donación’ de CDN$200 mil.”
Hasta el momento, Ottawa no ha confirmado ni negado la existencia de tal documento, ni siquiera después de que, en febrero de 2013, las autoridades de Costa Rica confirmaron haberlo recibido. Rick Arnold, anterior coordinador de Fronteras Comunes dijo: “En apego a las normas del acceso a la información, el gobierno canadiense se ha negado a divulgar cualquiera de los documentos pertinentes. Este asunto de venta de influencias —al más alto nivel— es de primera importancia para ambos países y debe ser divulgado al público inmediatamente.”
Si bien el fallo constituye una victoria para los costarricenses, la pesadilla legal continuará si Infinito cumple con su amenaza de presentar el caso ante el arbitraje internacional en busca de una compensación de CDN$1.092 mil millones por su supuesta inversión y por la pérdida de ganancias a futuro.
Hacemos un llamado a Infinito Gold para que cese y desista inmediatamente de su prolongado rol de “litigante abusivo” en Costa Rica y que anuncie que:
- abandonará su amenaza de demandar a Costa Rica por CDN$1.092 mil millones por la supuesta violación de los Tratados Bilaterales de Inversión Costa Rica-Canadá;
- dejará sin efecto todas las demandas contra ciudadanos costarricenses que actualmente se encuentran en curso;
- cubrirá todos los gastos judiciales pendientes y los daños correspondientes a la tala arrasadora que realizó ilegalmente en la pretendida explotación en Crucitas;
- se irá de Costa Rica.